SINOPSIS
Los esposos Catalina Creel y Carlos Larios eran dueños del gigantesco consorcio farmacéutico llamado Lar-Creel. Catalina había hecho creer a todo el mundo que José Carlos su hijo mayor (quien en realidad no es su hijo sino su hijastro, hijo del primer matrimonio de su esposo Carlos), le había arrancado el ojo derecho con un trompo cuando era niño, por lo que andaba con su típico parche cubriendo su ojo derecho. Esto lo hizo para que Carlos tomara preferencia por Alejandro, único hijo de Catalina Creel; asimismo logró destruir así la autoestima de José Carlos, quien a través de los años tropezaría de fracaso en fracaso. Para resguardar su secreto (debajo del parche tenía un ojo intacto), Catalina asesina a varias personas empezando por su esposo, pues éste la descubre un día sin el parche, hecho con el cual se inicia la telenovela.
Dispuesto a cambiar su testamento, Carlos Larios es envenenado por su esposa en el primer episodio. El testamento especificaba que las empresas de la familia sólo pasarían a sus hijos, Alejandro y José Carlos, si éstos a su vez engendraban hijos. De esta forma, se buscaba la perpetuidad de la «casta».
Por un lado, José Carlos seguía soltero, ya que Catalina se había encargado de destruirle sus romances. Y por desgracia para Alejandro, su esposa Vilma no podía tener hijos. Por ello, Alejandro decide seducir malintencionadamente (con el consentimiento de su esposa Vilma) a una mujer trabajadora llamada Leonora
Navarro, para embarazarla y quitarle el niño, presentarlo como suyo y de su esposa, y poder acceder así a la herencia, mientras que Vilma empieza a fingir un embarazo, pensando que Leonora es una mujer dispuesta a vender a su hijo a cambio de dinero.
Fuente: Wikipedia
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Cuna de lobos es una de las telenovelas mexicanas más recordadas; todo un clásico sin duda. Parece ser que hay un proyecto desde hace tiempo de una nueva versión, ya sea como telenovela o como serie. Mientras esperamos a que Televisa le dé luz verde a este proyecto recordemos la única versión que, de momento, existe de la historia escrita por Carlos Olmos, producida y dirigida por Carlos Téllez.
Quizás lo más recordado de esta novela, o lo que le viene a mucha gente a la cabeza cuando escucha el título, aún cuando no la han visto, es la villana con el parche en el ojo. Efectivamente, Catalina Creel es una villana inolvidable. Lejos de ser una histérica que actúa sin motivos aparentes, Catalina es una mujer fría y calculadora, con un instinto de sobrevivencia brutal. Además, aunque se convierte en asesina la novela empieza mostrándonos cómo mata a su propio marido lo que en realidad la hace aterradora es su capacidad de manipulación psicológica. Quizás el término que mejor la defina es el de psicópata. Catalina ha manipulado a su hijastro, José Carlos, desde su niñez haciéndolo sentirse culpable por la pérdida de un ojo. Catalina desde entonces usa un parche (siempre a juego con lo que lleve puesto) y no desaprovecha ninguna ocasión para apocar a su hijastro. Las frases que le dice al pobre José Carlos, en público y en privado, son avasalladoras y él todavía la quiere y le dice «mamá». Todo lo que ella hace es, claro, en beneficio de su propio hijo, Alejandro.
El detalle del parche y, en general, el «look» de Catalina, contribuyen al terror que su mera imagen genera. Hago una confesión: ésta ha sido la única telenovela que me ha dado miedo y me ha causado hasta pesadillas. Entiendo perfectamente porqué José Carlos le tenía tanto pánico a su madrastra. ¡Se lo tenía hasta yo que sólo la veía por la tele!
Catalina mata a su marido, Carlos Larios, cuando éste descubre que lo del parche es mentira, que ella no perdió el ojo por culpa de José Carlos; es apenas una patraña para manipularlo psicológicamente y de la manera más vil (teniendo en cuenta que la manipulación comienza en la niñez de él). Temiendo la amenaza de que los demás también descubran su secreto y de perder el control que ejerce sobre su hijastro, Catalina vierte veneno en el jugo de naranja de su marido mientras pronuncia la inolvidable frase: «Eres tú o yo». Una vez muerto la herencia del señor Larios iría a parar a sus hijos sólo si estos tuvieran descendencia.
El hijo de Catalia, Alejandro, es (un) hijo de su madre también. Ante la imposibilidad de que su mujer, Vilma, se quede embarazada, Alejandro urde un macabro plan para seducir a la inocente Leonora y tener un hijo con ella asegurándose así la herencia de su padre. Diana Bracho hace un gran papel como Leonora pero quizás se le ve un poco pasadita de edad para interpretar a un personaje tan ingenuo. A mí se me hacía más bien una solterona que una muchachita incauta. Leonora vive al comienzo de la historia con su tía Esperanza, interpretada por Carmen Montejo (a esta pobre señora Catalina le hace las de Caín), muy humildemente. Es una muchacha provinciana, de Chiapas, que ha venido a la capital a labrarse un futuro. Luego, Alejandro, les pone un penthouse, de esos en los que el ascensor te lleva directamente a la vivienda (aunque esto suene lujoso así por escrito, los recursos de Televisa no eran los que son ahora y lo del ascensor se lo podían haber evitado porque salía fatal).
Vilma, entre tanto personaje maniqueo (todo el mundo es o bueno o malo), es un personaje con bastantes matices. La actriz que la interpreta, Rebecca Jones, nos presenta una mujer con dudas y complejos que hacen que, sin ser totalmente perversa, llegue a cometer grandes faltas. Su marido, Alejandro Camacho (al que recientemente hemos visto en la primera etapa de Abismo de pasión) está muy creíble como el ambicioso e inescrupuloso Alejandro Larios Creel. Realmente es un personaje casi tan odioso como el de su madre.
José Carlos, debido a las manipulaciones de Catalina, es muy débil y manipulable; se viene abajo muy fácilmente. Es jugador y flojo pero a lo largo de la historia consigue redimirse. No ha tenido una relación estable con nadie hasta que se enamora de Leonora, con quien acaba felizmente casado. Catalina se ha encargado de que todos sus romances fracasen para evitar así que tuviera descendencia. Sin embargo, la relación entre José Carlos y Leonora tiene muy poco romanticismo, parece más bien una amistad. No importa mucho, al fin y al cabo, ésta no es una telenovela rosa.
La ahora primera actriz Rosa María Bianchi (recientemente vista en La fuerza del destino) debutó en televisión con esta novela. Ya en aquel entonces apuntaba maneras y de qué forma. Interpreta a la secretaria de Catalina, Bertha Moscoso, quien, tras descubrir más de lo que le convenía sobre su jefa, tiene que huir. Más tarde reaparece adoptando una nueva identidad, la de la francesa Michelle Albán. Un papel muy jugoso que Bianchi resuelve a la perfección.
Inusualmente, Cuna de lobos tiene un final abierto que deja las puertas abiertas a una secuela. El hijo primogénito de Leonora (resultado de su relación con Alejandro), Braulio, encuentra uno de los parches de su abuela Catalina, se lo pone y proclama: «No soy Braulio, soy el pequeño Edgar (nombre que le pusieron inicialmente Alejandro y Vilma cuando lo hacían pasar por hijo suyo)». Cuando se imprime la palabra fin en la pantalla se le coloca al lado un signo de interrogación (Fin?). Es muy poco frecuente ver finales abiertos en las telenovelas (recientemente lo hemos visto en la producción venezolana La viuda joven y no gustó a muchos). Aunque la secuela nunca se realizó, creo que sería una propuesta más interesante que hacer un «remake» de algo que ya muchos hemos visto.
La historia no se alarga innecesariamente, no tiene tramas de relleno. Todo está al servicio de una historia. Hay secuestros, robos de niños, perdidas de conciencia, asesinatos, explosiones, etc. pero son más que necesarios para que entendamos en qué «cuna de lobos» se metió Leonora el día que conoció a Alejandro.
Cuna de lobos, por la condición de clásico que se ha ganado justamente, merece ser vista por todos los amantes del género. Una historia policial muy diferente a las telenovelas que últimamente saca Televisa pero con el mismo tono melodramático que a México se le dado tan bien en el cine y en la televisión.
LO MEJOR
La villana, Catalina Creel, que encarna un instinto maternal destructivo y castrador. Un tipo de villana muchas veces imitada pero nunca superada. Inolvidable la actuación de María Rubio.
LO PEOR
Cuna de lobos es una telenovela excelente. Así que, por poner algo, diré el estilo ochentero en los peinados y el vestuario. Vistas hoy, hay muchas cosas son verdaderamente horrorosas, sobretodo, los modelitos y la bisutería que lleva Vilma y los suéteres de José Carlos.
VALORACIÓN
9
ELENCO
Gonzalo Vega Jose Carlos Larios Creel
Diana Bracho Leonora Navarro de Larios
María Rubio Catalina Creel de Larios
Rebecca Jones Vilma De la Fuente de Larios
Alejandro Camacho Alejandro Larios Creel
Carmen Montejo Esperanza Mandujano
Carlos Cámara Reynaldo Gutiérrez
Humberto Elizondo Inspector Norbert Suárez
Josefina Echanove Elvia San Germán Vda. De Núñez
Lourdes Canale Carmen Alicia Macias Acuña «Carmelita»
Margarita Isabel Elena Cifuentes
Rosa María Bianchi Bertha Moscoso / Michelle Albán
Magda Karina Lucero Espejel
Enrique Muñoz Capitán Gudini
Julia Alfonzo Cecilia de la Mancorra
José ÃÂngel Espinoza «Ferrusquilla» Don Braulio Navarro
Roberto Vander Julio Cifuentes
Ramón Menéndez Dr. Frank Syndell
Jorge Fegan Escudero «El Joyero»
Miguel Gómez Checa Dr. Augusto Terán
Edna Bolkan Paulina Pedrero
Luis Rivera Mauricio
Lili Inclán Abuela de Bertha
Wally Barrón Comandante Luna
Ramón Menéndez Velásquez
Blanca Torres Cleotilde
Emilio Guerrero Controlador aéreo
Eduardo Alcántara Melquíades
Carmen Amezcua Camarera
Angélica Aragón Amelia Larios
Edmundo Barahona Trejo
Carlos Bonavides Leonardo Sánchez
Carlos F. Pouliot Edgar De la Fuente
Ana Bertha Espín Mayra
Enrique Hidalgo Esteban Gamboa
Humberto Valdepeña Dr. Mendiola
Ricardo Ledezma Pancho
Maricruz Nájera Vda. De Gutiérrez
Enrique Muñoz Curiel
Oralia Olvera Rocío
Gerardo Mayol Gómez
Mercedes Pascual Iris van der Sandt de De la Fuente
César Arias Señor Juárez
Enrique Reyes Padre Montalvo
Santiago Gil Olmos Edgar Larios De la Fuente / Braulio Larios Navarro
Alfonso Obregón Inspector de policía
Jorge Santos Inspector de policía
Lucía Pailles Sirvienta
Cynthia Riverol Maruja
Javier Rivero
Raúl Meraz Don Carlos Larios