SINOPSIS
A principio de los años 50, no había otra familia más temida ni más respetada en Veracruz que los Del Junco. Don Rafael Del Junco es un severo patriarca que demanda obediencia absoluta en su casa y se ha erigido como el único guardián de la virtud de sus hijas. A María Elena y a Matilde Del Junco no se les permite ni pisar la calle si no es en compañía de alguno de sus padres o de su niñera María Dolores. Aún así, María Elena se las arregla para salir con Alfredo Martínez, un viajante que la abandona cuando se entera de que ella está embarazada. Don Rafael se pone fúrico cuando lo descubre. Envía a María Elena y a María Dolores a una propiedad suya aislada en el campo para ocultar el embarazo de su hija. Allí, ambas se convertirán en prisioneras virtuales de Bruno, el tosco capataz. Bruno tiene órdenes de su patrón de matar al bebé en cuanto nazca. Según lo acordado, se roba al retoño y lo lleva a la jungla pero María Dolores logra detenerlo y le ruega que no le quite la vida a la criatura. Conmovido, Bruno hace un trato con la criada: ella se llevará al bebé lejos donde los Del Junco nunca sepan de su existencia. María Dolores huye a la Ciudad de México donde, con gran sacrificio, cría a Albertico, el hijo de María Elena. Mientras tanto, María Elena y su antiguo prometido, José Luis Armenteros, remueven cielo y tierra en busca de la niñera y el bebé. Después de años de búsqueda infructuosa, María Elena ingresa a un convento con el corazón roto.
Fuente: Alma latina
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Todo fan de telenovelas que se precie debe haber oído hablar de El derecho de nacer. La historia, original de Felix B. Caignet, fue en su primera versión una radionovela cubana. Luego se adaptó como telenovela en muchos países (México, Brasil, Venezuela,»¦), en algunos de ellos varias veces. En México, la protagonizada por Verónica Castro fue la segunda versión en telenovela (hay una tercera protagonizada por Kate del Castillo) y también existen dos películas. Esta versión fue adaptada por la escritora Fernanda Villeli y producida por el señor Ernesto Alonso.
Por si usted no conoce la historia le completo la sinopsis con los siguientes detalles (si la conoce, sáltese este párrafo que le doy permiso). Una joven embarazada visita a un joven y apuesto médico para consultarle sobre un embarazo no deseado. La intención de la muchacha es de interrumpirlo pero el doctor le cuenta la historia de su vida para disuadirla. Resulta que este doctorcito fue también el fruto de un embarazo no buscado. A su madre siendo joven e ingenua la abandonó su novio después de dejarla en estado. Al enterarse su padre la aleja de la ciudad y ordena que se mate al bebé para que nadie se entere de esta vergÁ¼enza (ni siquiera la hermana de la embarazada). Sin embargo, una criada se roba al bebé y lo cría como hijo suyo. La madre biológica, desesperada, se mete en un convento. Años más tarde los avatares de la vida hacen que el muchacho, ya convertido en médico, comience a relacionarse con su familia biológica.
Así pues, El derecho de nacer tiene dos partes bien diferenciadas. En la primera nos cuentan el amor de juventud de María Elena, los celos que le tiene su hermana y la rigidez y severidad de Don Rafael. En la segunda, tenemos la historia de Albertico y su romance con Cristina. Hubo aspectos que me gustaron y otros que me disgustaron en ambas partes. Como en casi todas las telenovelas en las que trascurre mucho tiempo durante la trama a algunos actores se les caracteriza para parecer más jóvenes al principio y mayores al final. A veces esto le resta verosimilitud a la historia porque el maquillaje se nota demasiado. Por ejemplo, Beatriz Castro se ve verdaderamente ridícula en la primera parte haciendo de adolescente (su hermana, en la vida real y en la ficción, Verónica, está un poquito mejor porque ella siempre ha tenido un toque inocentón en sus gestos y en su expresividad). No estoy diciendo que Beatriz o los otros actores interpretaran mal sus papeles sino que se veían demasiado mayores para sus personajes en la primera parte.
La Vero está grande como siempre pero creo que este papel es un tanto ingrato y no da para que demuestre su encanto como lo hizo en otras novelas. Me explico, en El derecho de nacer, María Elena sufre mucho,»¦ durante toda la novela. Sólo encuentra el amor al mismísimo final de la trama. Exceptuando algunos momentos al principio, no la vemos apenas feliz. Eché mucho de menos la simpatía que le hemos visto cuando ha interpretado otros papeles. Además, es un personaje que una y otra vez cae víctima de los defectos de los demás: de la insensatez de novio, de la tiranía de su padre, de las intrigas de su hermana, de la desidia de su madre,»¦ Todos le hacen su vida un martirio. Peor que eso, le arruinan su existencia durante muchos años. Sí, el «derecho de nacer» está bien pero, ¿y el derecho de vivir tu vida y que te dejen en paz dónde queda?
En la segunda parte, Humberto Zurita haciendo de Albertico Limonta se lleva todo el protagonismo. Fue uno de sus primeros papeles pero ya era todo un actorazo y no tan solo un galán de pacotilla. El papel, de todas formas, no es de galán bobo sino de una persona responsable, buena y con valores muy sólidos. Nunca pierde la cabeza por nada ni por nadie y tiene reacciones coherentes con su personalidad. Lástima que su pareja en la ficción, Erika Buenfil, no estuviese a su altura. Muy gÁ¼era y de ojos claros ella, daba una buena pareja en pantalla con Zurita pero como actriz, al menos en este papel, deja bastante que desear.
No sé si ésta sea la mejor versión en telenovela de este clásico. Me gustó que conservara la ambientación de los años cincuenta porque situarla en los ochenta la hubiera hecho demasiado anacrónica. Es posible que a muchos espectadores les parezca rancio lo que puedan percibir como un mensaje anti aborto en la telenovela; a los más conservadores seguro que les parecerá estupendo pero a muchos es posible que hasta se les pase de largo. De todas formas, no es difícil obviar el punto de partida de la historia y disfrutar de este magnífico melodrama.
LO MEJOR
Hay al menos tres actuaciones que celebro haber visto: la de Humberto Zurita, la de María Rubio y la de Ignacio López Tarso. Inmejorables en todo momento.
Para ser una novela de principio de los ochenta me sorprende que haya tantas locaciones (y en Veracruz, nada menos).
LO PEOR
Algunas de las caracterizaciones, actuaciones flojitas por parte del elenco juvenil en la segunda parte y la moralina de la historia como ya apunté antes.
VALORACIÁ€œN:
7
ELENCO
Verónica Castro María Elena
Salvador Pineda Alfredo
Ignacio López Tarso Rafael
Socorro Avelar María Dolores
Erika Buenfil Cristina del Junco
Beatriz Castro Matilde
Cristian Castro Alberto (niño)
Laura Flores Amelia
Sergio Jiménez José Luis Armenteros
Miguel Macía Alejandro
María Rubio Clemencia
Humberto Zurita Alberto
Miguel Ángel Ferriz Osvaldo
Fernando Balzaretti Ricardo
Alba Nydia Díaz Virginia
Manuel Ojeda Armando
Julio César Inbert Bruno
Eduardo Liñán Padre Juan
Flor Trujillo Magali
Adriana Lafan Marina
Malena Doria Sor Julia