RESUMEN
Mariana Montiel es la Presidenta de ANGEL’S, una aerolínea para ejecutivos fundada por su padre. Está casada «de penalty» con Daniel Montiel, y tiene una niña pequeña, Adrianita.
Aunque está apasionadamente enamorada de Daniel, de alguna manera éste siente que le descuida por el trabajo. Como además Daniel es un mujeriego, la engaña repetidamente, en los últimos tiempos con su propia prima, Sara. Sara quiere deshacerse de Mariana, no sólo por Daniel, sino también porque quiere utilizar la empresa para blanquear dinero procedente de la droga, para lo que está en contacto con un «capo» Ricky Montana, al que encarga que elimine a Mariana. Ricky le pasa el encargo a su amante, Analía, para probar su lealtad, sin saber que Analía es una policía encubierta que quiere atraparle, pero también vengarse, ya que Ricky mató a su novio, Johny.
El día de su aniversario, Mariana descubre que Daniel la engaña con Sara, por lo que, después de montarle una escena, sale enloquecida en el coche. En el camino, Analía la intercepta para que los hombre de Ricky, que la están siguiendo, vean que cumple su encargo, pero sin ninguna intención de matar a Mariana. Sin embargo, Mariana y Analía sufren un accidente. Analia muere y Mariana queda gravemente herida y desfigurada.
El doctor Armando Rivera y su asistente Roberto la encuentran quemada y desfigurada, así que deciden reconstruir su rostro, usando un procedimiento experimental de clonación no aprobado legalmente. Sin embargo, el verdadero problema viene cuando sin saber, la foto y la identidad que encontraron cerca del accidente, no son los de Mariana sino los de Analía y el doctor Armando Rivera equivocadamente reproduce el rostro de Analía en Mariana. Debido a los fuertes traumas Mariana pierde la memoria completamente.
Pasados unos años, Mariana (con el rostro de Analía) ve que los esfuerzos por recuperar la memoria son en vano y decide salir al mundo para intentar recuperar su vida. Sin saber que el destino le tiene preparada una sorpresa, reunirla de nuevo con su familia y su esposo y entre ellos dos resurge aquel gran amor que jamás murió. Todos tratan de que Mariana recupere la memoria y recupere su vida (por supuesto que la de Analía). Al tiempo el Dr. Rivera comparando las muestras de sangre se da cuenta del error que cometió y trata de enmendarlo.
Pasado el tiempo cuando ella y Daniel nuevamente estaban por contraer matrimonio y » Ana» comienza a trabajar en la empresa Sara logra culparla por la supuesta muerte de Mariana al mostrar una foto donde Analía le apunta con un arma en el carro donde se accidentaron y logra que Mariana sea enviada a la cárcel. La policía hace todo lo posible por incorporarla nuevamente a su labor como agente encubierta y la entrenan de nuevo para infiltrarla en un operativo de Ricki Montana.
Es entonces que ocurre lo inesperado, pues el asistente del Dr. Rivera descubre un lugar secreto donde el Dr. tenía escondida a una mujer por años, que resultó ser la verdadera Analía, la cual se fuga, y lograr llegar a la policía, la cual corrobora que hay dos mujeres (Mariana y Analía) con el mismo rostro.
Resumen parcialmente extraído de Wikipedia
NUESTRO COMENTARIO
Después de un retiro voluntario para dedicarnos a las telenovelas coreanas (a las que regresaremos sin duda), volvemos al redil de las novelas latinas con «El Rostro de Analía» que sobre el papel parece una propuesta un poco distinta y que en las promos había mostrado una producción moderna combinando el romanticismo con una trama de acción en la que, según nos pareció en los primeros capítulos que vimos y comentamos cuando la novela se estrenó, se iban a tratar algunos aspectos morales, como la utilización de seres humanos para hacer experimentos científicos no garantizados y otras cosas.
Fuera del papel, sin embargo, la telenovela no es una de «esas pendejas historias de siempre» (sentimos repetirnos, es que nos encanta esta expresión, como la del churro refriteado), sino que es casi peor, el rostro de Analía es una «historia pendeja de ahora». ¡Pero cómo pudimos pensar ni por un momento que una telenovela de Telemundo iba a tener una mínima emoción o profundidad!
El rostro de Analía es la novela más disparatada, delirante, desmadrada y absurda que hemos visto desde hace mucho. Para que nos traguemos el cuento de la modernidad nos echan la carnaza de un personaje gay por ahí, unas frasecillas de pseudo-ciencia de cuarta por allá, personajes que se visten y desvisten delante de la cámara para darle a la producción un tono de «naturalidad» a la vez que hacen que los caballeros se relaman los bigotes por ver semejantes cuerpazos, tiros, persecuciones, tráfico de drogas…pero todo está hecho de forma tan chapucera y tan burda que se te descoyunta la mandíbula del asombro. Nos encontramos además con el aderezo del peor caso de las sillas musicales que se ha visto en la historia de la telenovela, porque todo el mundo acaba casado o emparejado de la manera más loca e inverosímil, incluso crean personajes con el único objetivo de que todo el mundo acabe arrejuntado o casado.
El primer capítulo es tan requetemalo y tan torpe que tienes la tentación de dejar la novela ahí, con una Gaby Espino (Mariana antes de romperse la cara, literalmente hablando, en el primer capítulo), a la que le sobran tantos kilos que parece el muñeco del guiñol de Gaby Espino (no se preocupen sus admiradores, en el último capítulo vuelve a salir tan guapísima como siempre), y un protagonista masculino, Daniel Montiel, que es tan mujeriego que te repatea y que no sólo engaña a su mujer con otra, sino que está dispuesto a aliarse con la amante para quitarle a Mariana la presidencia de Angel’s (que aunque tiene nombre de ser una empresa de contactos es una empresa de aviación) parece que únicamente porque sí.
En la novela encontramos tres «sets» de personajes, que por supuesto están conectados de formas que desafían no sólo a las leyes de la lógica, sino a las leyes de la naturaleza y de la ciencia misma. Por un lado nos encontramos a Mariana, sus padres, Ernesto y Carmen, su marido Daniel y su hijita, su nana, Yoya y su amiga Isabel, que es abogado, y también está el hermano de Daniel por ahí. En la misma familia encontramos a la pérfida Sara, que es la que quiere eliminar a Mariana. Ella es el primer punto de contacto aparente con el «set» siguiente. Don Ernesto tiene un hijo fuera del matrimonio, Miguel, que se mete en líos de bandas. Hay otros personajes menores que están ahí, básicamente para embrollar la trama y para que todo el mundo tenga pareja al final.
En el segundo «set» está Ricky Montana, un mafioso enamorado de Analía, que él no sabe que es una policía encubierta, y todo lo que rodea a Ricky. En este segundo set meteremos también a todos los policías amigos y compañeros de Analía, Cristóbal Colón y el Capitán Lares y a la hermana Camila de Analía (con unas ideas de bombero torero) y a su madre. Miguel y su madre son, a su vez, vecinos del barrio de Camila y su madre. Dentro de este círculo también está «el chino» el lugarteniente de Ricky Montana y su esposa y su recua de hijos (que sólo salen haciendo bulto, pero que no actúan). También sale una chica haciendo de pandillera, que lo hace fatal, por cierto.
En el tercer set, están el Doctor Armando Rivera y su ayudante Roberto, que tienen unas relaciones de risa con todo el mundo. Y no sólo eso, a Armando Rivera lo presentan como el gran médico, pero lo que es, además de un plasta, es un petardo de doctor que mete la pata que da gusto, sin entrar a comentar los aspectos morales de todo lo que hace, creyéndose por encima del bien y del mal. El Dr. Rivera, a pesar de estar interpretado por Daniel Lugo, actor que nos encantó en «La Hija del Mariachi«, es un personaje que se hace pesado desde el capítulo primero, una especie de Dr Frankenstein de pacotilla y Pigmalión, porque se enamora de Ana y no deja de dar la lata. El ayudante del Dr Rivera, Roberto, está interpretado por el actor Jorge Consejo al que sólo habíamos visto en un trailer de un programa de Galavisión, «Mujer, casos de la Vida Real» haciendo de chico que, como consecuencia de una sobredosis de cocaína, se ha quedado lelo, y en el trailer se le ve que se le cae una lágrima mientras le tienen que dar de comer. A pesar de los malos augurios, está fráncamente bien, uno de los pocos personajes creíbles de la novela.
En el primer capítulo, ya les hemos contado que Daniel engaña a su esposa Mariana. Daniel no quiere a Mariana, ni la toca. Mariana lo sabe, Isabel lo sabe, Sara lo sabe, el hermano de Daniel lo sabe, el público lo sabe…todos lo sabemos…menos Daniel que dice que sí, que la quiere mucho, aunque nosotros ni nadie lo veamos. Porque no se trata sólo de que Daniel se líe con Sara en parte como venganza porque Mariana le descuida, es que Daniel no puede parar de mirar a cuanta mujer le pasa por delante. Cuando Mariana «muere», sin embargo, resulta que la amaba, y no es que se quede hecho polvo por el remordimiento, cosa que sería comprensible, es que era puro amor. El hecho de que Daniel se enamore de Ana nada más verla, supuestamente por una conexión espiritual con Mariana, suena por tanto a cuento chino, claro que como el resto de la novela.
A pesar de que en la novela se tratan temas que podrían dar lugar a alguna reflexión, como los límites a los experimentos científicos que pueden ayudar a la gente, o el dilema moral de hacer experimentos con seres humanos, o la naturaleza del amor y el componente físico del asunto, o la posibilidad o no de perdonar en una segunda oportunidad, todos los temas se desperdician en puros fuegos artificiales, con un lenguaje digno de retrasados mentales. Para que se hagan una idea del estupendo trabajo de investigación que han realizado los guionistas de esta serie, cuando Daniel y Armando son presentados, Armando le cuenta a Daniel que él es profesor y médico, especializado en temas de genética, a lo que Daniel, un hombre culto y refinado, contesta, agárrense a la silla que se caen, «genética, o sea de genes y esas cosas», y ahí les aseguro que se acaba la explicación científica de toda la novela.
¿Y qué decir de los métodos policiales que utilizan?¿A qué viene que la policía haga un allanamiento en un local 4 años después de que desaparezca la persona a la que están buscando y sin tener ningún indicio nuevo?¿Cómo han conseguido la orden judicial para ese capricho?¿Y qué esperan encontrar? Los diálogos entre los policías y los delincuentes son de esos de peleas de machos de «te vas a enterara cuando te atrape» y «me río yo porque usted no tiene pruebas y no puede atraparme», que digo yo si los policías serán así de bocazas a la hora de desvelar sus intenciones en operaciones en las que tienen agentes encubiertos.
La historia de la hermana de Ana Lucía, Camila, que también decide que no puede vivir sin saber qué le pasó a su hermana, cuando no es que dejara de ver a su hermana cuando Ana Lucía desapareció de verdad, sino que nos repiten varias veces que Ana Lucía abandonó del todo (del todo, o sea que no la volvieron a ver el pelo) cuando mataron al novio, también está traída por los pelos. No se explica ese amor fraternal tan imperioso porque es imposible que entre Ana Lucía y Camila se hubieran formado verdaderos lazos de hermanas…Oigan, pues todo es así.
Y ahora viene lo bueno. A pesar de que el guión de «El Rostro de Analía» no puede ser peor, ¡la novela es divertidísima! Entendámonos, como telenovela no tiene la más mínima emoción ni inteligencia, pero derrocha diversión y desmelene a raudales. Todo es tan absurdo, tan exagerado, tan paródico sin pretenderlo, que no puedes por menos que divertirte. Parte de este éxito se debe en parte a que, aunque las situaciones sean absurdas, algunos diálogos no están mal, y sobre todo, a que los actores, con honrosas excepciones, lo hacen bien. Está bastante Elisabeth Gutiérrez haciendo sopotocientos papeles a la vez (para mi gusto es un poco cursi, pero no lo hace mal), está bien Martín Karpan, aunque Daniel sea un personaje que no te crees ni medio segundo. No sabemos si Gabriel Porras pretendía hacer de Ricky Montana una caricatura de mafioso, pero eso es lo que consigue, y Ricky Montana te divierte. Están bien los personajes de Camila y Cristóbal, aunque se pasen toda la novela haciendo lo mismo una y otra vez. Están bien Elluz Peraza y Flor Núñez, y está estupenda Zully Montero, aunque eso es más normal porque hace 20 años que la tienen haciendo el mismo papel de señora malísima y loquísima, y claro, ya lo domina.
Nos entra la duda de si el guión de esta novela ya estaba escrito así como está o se iban sacando conejos de la chistera cada vez que les daba la gana. Según leímos en su inicio, es una versión de una novela venezolana de los años 80, pero es que esta versión parece que casi todo es improvisado, porque los personajes primero son de una manera y luego de otra, sin la menor consistencia, sin contar los personajes que mueren pero que no mueren, con toda la pinta de que los rescatan para «avivar» la acción, haciendo que los cadáveres que demostraban que habían muerto fueran de personas que pasaban por ahí y de los que no sabemos nada hasta que resulta que necesitamos un muertito. Me troncho. Incluso hay un momento en que, no contentos con que haya dos Analías, ¡¡¡llega a haber una tercera!!! Los personajes se queman y se desqueman, se enamoran y se desenamoran según conviene a cada momento, ¡rediez qué risa! ¿Por qué el Dr Rivera se juega la vida para saber cosas de Ana-Analía que le permitan a Ana llevar una vida normal si 50 capítulos después averiguamos que él sabe perfectamente dónde está Analía y lo que ha sido de ella?. Y si sabía que Ana no era Analía, ¿por qué le puso a Mariana el rostro de Analía? Porque entonces no hubo equivocación, sino pura mala leche. ¿cómo es posible que Ernesto y Carmen al principio de la novela sean uno de esos matrimonios que se lo cuentan todo y lo comparten todo y luego Carmen sea un personaje de folletín peor que la esposa loca del Sr Rochester en Jane Eyre?
La pena es que no les podemos dar muchos más detalles de estos absurdos y que nos han parecido dignos de desternillarnos, porque les estropearíamos la sorpresa.
LO MEJOR
Pues lo curioso es que lo mejor que tiene la novela es algo que consigue sin pretenderlo, tenerte entretenido para ver qué se les ocurre ahora a esos chiflados.
Fuera de eso, los actores son guapos y los trajes son bonitos, y los besos, teniendo en cuenta el tamaño de buzón del morro de Martín Karpan, son de lo poco emocionante que hay en la novela, dentro de un orden, porque Karpan parece no saber dónde poner el mencionado morro y está siempre como tanteante.
El final de Ricky Montana y de Carmen es, sencillamente, de carcajearse.
LO PEOR
Fuera de la diversión circunstancial que hayamos logrado viendo este delirio, el guión de la novela es malísimo (y la novela también). Aunque Zully Montero esté bien haciendo de demente, a mí esto de que cuando no saben qué hacer se saquen de la manga una loca rabiosa me revienta. Tampoco me gusta Daniel ni me resulta convincente su «redención». No explican por qué le hacía a Mariana lo que le hacía, porque malo es que la engañe pero ¿por qué estaba dispuesto a ayudar a Sara a quitarle a Mariana la presidencia? Por otra parte, aunque Daniel no quiere tener nada con Sara, nunca llega a dejar las cosas claras y decirle que nunca en la vida volverá a tener nada con ella porque Sara fue instrumental a la hora de herir a Mariana de muerte, ni tampoco le reprocha nunca a Sara que no tenga ni el más minimo remordimiento por lo que le hicieron a Mariana. Daniel es un babas.
Desde el minuto uno de la novela, los personajes de Sara y Armando Rivera son tremendamente cargantes, pesados, insistentes, repetitivos. Este tipo de personajes, en la vida real (aunque esta novela ni por asomo pretende reflejar la vida real y si lo hubiera pretendido y hubieran conseguido este resultado los guionistas se lo tendrían que hacer mirar) no los aguantaría nadie ni medio segundo.
Calificación general: 3
REPARTO
Elizabeth Gutiérrez ,- Ana Lucía «Analia» Moncada/Mariana Montiel
Martin Karpan .- Daniel Montiel
Maritza Rodríguez .- Sara Andrade (prima de Mariana)
Gabriel Porras .- Ricardo Rivera ‘Ricky Montana’
Zully Montero .- Carmen Andrade o Carmen «La Griega»
Karla Monroig.- Isabel Martínez – (Mejor amiga de Mariana y Daniel, Madrina de Adrianita)
Elluz Peraza .- Olga Palacios (Madre de Miguel )
Flavio Caballero .- Capitan Lares (detective jefe de la policía de los ÃÂngeles).
Flor Núñez .- Agustina Moncada (Madre de Analia y Camila).
Daniel Lugo .- Dr. Armando Rivera (Científico que restauro en Mariana el rostro de Analia)
Germán Barrios .- Ernesto Andrade (Padre de Mariana y Miguel)
Jorge Consejo .- Roberto (Asistente del Doctor Armando Rivera).
Alejandro Chabán.- Miguel Andrade Palacios (Hijo de Ernesto y Olga).
Ximena Duque .- Camila Moncada (hermana de Analia).
Andrés García Jr..- Padre Benito
José Guillermo Cortines .- Mauricio (Mauri) Montiel (Hermano mayor de Daniel)
Pedro Moreno .- Cristobal Colón (Detective quien trabaja junto con Analia).
Chela Arias .-Yoya (nana de Adrianita)
Alvaro Ruiz .- Nieves (Chofer de los Montiel/Andrade).
Gustavo Franco..- Rene (Tio, amigo y cómplice de Sara)
Víctor Corona.- Chino (Asistente de Ricky).
Ana Gabriela Barboza .- Vicky (Asistente de Sara)
Roxana Peña .- Margarita
Carlos Garin .-Capitán Delgado (Piloto y cómplice de Sara)
Michelle Jones.- Lupe (Esposa de Chino).
Alba Raquel Barros .- Dionisia (Bruja)
Evelyn Santos.- Marlene (trabaja en el bar de Montana)
Jacqueline Marquez.- Chaniqua Johnson (Amiga de Analia, Miembro de una pandilla)
Angie Russian.- Jasmin (Mejor amiga de Camila).
Daniela Nieves .- Adriana Montiel/Adrianita (Hija Mariana y de Daniel).
Gabriela Espino .- Mariana Montiel