Grabiela Suárez, una joven estudiante de teatro y animadora de un equipo de baloncesto comienza a trabajar en un auto-lavado de coches con el fin de ayudar económicamente a su familia – su padre acaba de fallecer y ella es la mayor de los hermanos.
El auto-lavado es propiedad de un célebre hombre de negocios, Tito Clemente, a quien conocerá Gabriel y con quien mantendrá un breve pero apasionado romance. Al poco tiempo, Gabriela es incriminada falsamente en un delito de tráfico de drogas por lo que es encarcelada, siendo condenada a 12 años de cárcel.
Tito Clemente la abandona a sus suerte, ignorando además que espera un hijo suyo. En la cárcel Gabriela Suárez planea su fuga, la cual se llevará finalmente a cabo al cumplir siete años en prisión. Un único objetivo anima la existencia de Gabriela: vengarse del hombre que arruinó su vida.
Para ello cambiará su apariencia física y, usando una nueva identidad, la de Emperatriz Ferrer, logra meterse de nuevo en la vida de Tito Clemente con la intención de volverlo a enamorar.
Fuente: Wikipedia
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Parece que ahora nos ha dado por ponernos nostálgicos en Todotnv y recordar las telenovelas de nuestra niñez. Sé que Diana también recuerda este culebrón pero yo lo tengo un poco más presente porque, pasados los años, lo he vuelto a ver. Así que no sólo hablo desde mi memoria afectiva sino también desde la perspectiva crítica que me puedan dar los años de ver, analizar y hablar sobre este género. Muchos de los comentarios que hoy hago no los podría haber hecho cuando vi La dama de rosa por primera vez. Por ejemplo, en aquella época no tenía ni idea de quién carrizo era su autor José Ignacio Cabrujas. Hoy sé que él fue, muy posiblemente, el más destacado dramaturgo venezolano y que continúa siendo uno de los escritores más celebrados de la Venezuela del siglo XX.
La dama de rosa puede parecer a simple vista, por sus enredos y por la historia de amor central entre una chica pobre y un galán adinerado, una telenovela al más puro estilo de Delia Fiallo. Pero no nos engañemos, La dama de rosa es mucho más que eso. La diferencia principal la tenemos en el retrato de los personajes, tanto masculinos como femeninos, pero sobre todo, estos últimos. Nuestra protagonista, Gabriela Suárez, es pobre, sí, pero desde el primer momento tiene ansias de superación personal. En este caso, quiere ser actriz pero trabaja en lo que sea con tal de poder ayudar a su familia y, sobre todo, a su hermana chica, que estudia medicina (otro personaje femenino con ambiciones profesionales).
Es precisamente en uno de esos trabajos, como asistente en un auto-lavado, donde conoce al galán Tito Clemente. No es amor a primera vista en este caso sino otro cliché (los clichés abundan hasta en las buenas telenovelas), a él le cae muy mal desde el primer momento. Ella se las arregla para volverlo a ver y después de apenas una velada pasan una noche de pasión juntos (o sea, Gabriela no es la blanca paloma virginal de otras telenovelas de esa época y de ahora). Para ella, esa noche significa el principio de un gran romance. Para él, un hombre casado, es apenas una aventura más.
Poco después hay un mal entendido por el que Gabriela, embarazada de Tito, acaba presa. Tito es el causante indirecto pero Gabriela lo cree responsable. Luego de años en prisión, Gabriela logra escaparse de la cárcel, adoptando una nueva personalidad que va acompañada de una apariencia distinta (de rubia a morena y con diferente color de ojos gracias a unas lentes de contacto). Poco a poco, se le mete en la vida a Tito para vengarse de él. En su momento, yo no podía entender cómo Tito no la reconocía pero ahora me doy cuenta de que para él ella había sido, seguramente, una de tantas con las que se acostó muchos años antes. Así que es lógico que no la recordara. La historia de amor entre ambos empieza a desarrollarse cuando ella asume su nueva identidad como Emperatriz Ferrer.
Si a los lectores más jóvenes les suena el argumento principal al estilo Conde de Montecristo es porque lo hemos visto en varias telenovelas a lo largo de los años. Quizás más recientemente en la exitosa La patrona donde, coincidencia o no, la protagonista también se llama Gabriela Suárez.
Lo que hace interesante a La dama de rosa no es este tipo de argumento que, por otra parte, no deja de ser atractivo y por eso se repite con tanta frecuencia. No, lo interesante de esta telenovela es el retrato que se hace de los personajes y como todos ellos evolucionan a lo largo de la trama. En la dama de rosa todos los personajes principales van evolucionando paulatinamente según se tienen que enfrentar a las vicisitudes del destino.
La pareja central, más que probada su eficacia en Cristal repitió años más tarde aunque interpretando personajes muy distingos a los de la novela anterior.
Una advertencia es que esta novela le pide al espectador que entre en la historia sin hacerse demasiados cuestionamientos sobre todo por las múltiples coincidencias que se dan para que las tramas avancen. No la vean buscando demasiada verosimilitud porque no la encontrarán.
LO MEJOR
Pasados los años, lo más destacable es el texto de Cabrujas. Sin duda, un maestro. También hay un gran elenco del cual destacaría a Dalila Colombo en el papel de Leyla, primera esposa de Tito; a Carlota Sosa como Amparo, amante de Tito; a Gigi Zanchetta como Eleonora, segunda esposa de Tito; y, sobre todo, a la señora Amalia Pérez Díaz q.e.p.d. como Lucía, madre de Gabriela.
LO PEOR
Aquí quiero tener en cuenta la época en la que se realizó esta telenovela. A los espectadores de hoy en día muchas cosas de La dama de rosa pueden parecerles ridículas. No tanto del libreto sino de la caracterización de los personajes. También los decorados y la iluminación se ven muy pobres (casi no hay exteriores). Pero esto es común en la mayor parte de telenovelas de los años 70 y 80 (a no ser que sean las brasileñas de TV Globo).
Lo que sí no tiene justificación es el estilismo horrendo con el que caracterizan a Emperatriz Ferrer. Yo la recordaba bella y elegante pero, al volver a ver la telenovela, me parece que su apariencia roza lo estrafalario. Sin embargo, a los otros personajes los veo, como es lógico ochenteros, pero con estilo. Es decir, que no me espantan. Emperatriz en un visionado más reciente me distraía demasiado de la trama.
VALORACIÁ€œN: 8
ELENCO
Jeannette Rodríguez – Gabriela Suárez / Emperatriz Ferrer
Carlos Mata – Tito Clemente
Miguel Alcántara – David Rangel
Jaime Araque – Nelson Suárez
Gisvel Ascanio – Elsa
Haydée Balza – Carmen
Egnis Santos – Nelly
Xavier Bracho – José Antonio Clemente
Gladys Cáceres – Mercedes Olvido Rangel
Fernando Carrillo – José Luis
Dalila Colombo – Leyla Kebil
Helianta Cruz – Margot
Guillermo Ferrán – Martín Clemente Suárez
Amalia Pérez Díaz – Lucía Suárez
Victoria Roberts – Julia Suárez
Irina Rodríguez – María Fernanda
Francis Romero – Sonia
Marcelo Romo – Joaquín Mendoza
Carlota Sosa – Amparo
Carlos Villamizart – Benavides
Gigi Zanchetta – Eleonora