SINOPSIS
Primer estelar de Verónica Castro que la haría conocida mundialmente. La novela tuvo tanto éxito que se tuvo que recurrir a otro guión de Inés Rodena para empalmarlo con la primera parte. Edith González, que llevaba años en la actuación, hizo aquí su primer papel adulto interpretando a María Isabel.
Al morir su padre, Mariana Villarreal queda a merced de su cruel madrastra que se apodera de su hacienda. La chica, que se ha criado como una salvaje, huye a la capital donde es rescatada por un bondadoso sacerdote que se la encarga al millonario Don Alberto.
Este encuentra una satisfacción en su vida al ayudar y educar a la joven. Don Alberto sufre por la irresponsabilidad y cinismo de Luis Alberto, su único hijo. El mujeriego Luis Alberto intenta cortejar a la linda Mariana, pero su padre se lo prohíbe terminantemente.
Esther, prima de Luis Alberto, viene a vivir con sus tíos quienes esperan que su hijo se case con la joven y deje en paz a Mariana. Sin embargo, Luis Alberto prefiere la frescura y sinceridad de la recogida antes que la vanidad de su prima. Luis Alberto se regenera por amor a Mariana y ella, en recompensa, corresponde a su amor, pero Esther anuncia que su primo la ha embarazado.
Fuente: Novelasyseries.com
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Una de las telenovelas más antiguas a las que todavía podemos tener acceso gracias a las reposiciones y a la versión resumen que Televisa sacó en DVD. Una obra fundamental para entender el género y, por lo tanto, imperdible. La telenovela tiene dos etapas basadas en sendas historias originales de la escritora cubana Inés Rodena. La primera, que culmina con el casamiento entre Luis Alberto y Mariana, fue adaptada por María Zarattini y la segunda, la saga de Mariana intentando encontrar a su hijo perdido y los embrollos que se generan cuando lo encuentra, la adaptó Carlos Romero. La producción corrió a cargo de Valentín Pimstein. Estos nombres sólo pueden conjurar una historia de corte clásico, todo un folletín.
Y así mismo es, Los ricos también lloran es un culebrón en toda regla. Tiene todos los ingredientes: huerfanitas, falsos embarazos, hijos perdidos, intrigas, cuernos,»¦ Todo, eso sí, envuelto en una visión paternalista del mundo bastante chocante. Mariana es la muchachita joven e inocente que necesita protección masculina constante, primero de su benefactor, don Alberto y luego de su marido. El machismo imperante se manifiesta no sólo en ese aspecto sino en que Luis Alberto le es infiel a Mariana varias veces durante la novela y ella lo perdona en cada ocasión sin mayores consecuencias. Sin embargo, cuando él la cree infiel a ella en dos ocasiones reacciona como un energúmeno (en ambas ocasiones, se trata de un malentendido). La primera vez es al poco tiempo de casados, cuando Luis Alberto piensa que Mariana lo engaña la abandona y se va del país lo que hace que ella pierda la razón y abandone a su hijo recién nacido. La segunda ocasión es cuando Mariana ha encontrado a su hijo Beto y lo visita en secreto lo cual hace sospechar a su marido que Beto es amante de su mujer. Luis Alberto casi mata a su hijo precipitando así una confesión de Mariana. Precisamente, ella ha mantenido el secreto del encuentro por miedo a que su marido la rechace al enterarse de que ella abandonó a su hijo. El machismo quizás es lo que más nos choque ahora aunque, seguramente, no sea lo único.
Estéticamente, la telenovela es muy diferente a las que vemos ahora, sobre todo, por la falta de exteriores. Todo está grabado en foro y con cámaras estáticas, algo que le da un tono muy teatral que ahora, tal vez, se nos haga anticuado. Sin embargo, esto no le resta ninguna emoción a la historia. Otra cosa que nos puede llamar la atención porque ya no se ve en las telenovelas es que varios personajes fuman lo cual debía de ser un recurso para darle verosimilitud a las escenas porque, teniendo en cuanta que todo está grabado en foro, tanto humo a veces dificulta ver lo qué está pasando.
Verónica Castro seguramente creó un tipo de heroína dulce e inocente pero a la vez sensual a la que años más tarde le supo sacar tanto provecho Thalía. Es difícil pensar en un papel más idóneo con el que podía haberse estrenado como protagonista Verónica Castro que el de Mariana. Rogelio Guerra también está espléndido tanto de joven irresponsable y playboy que abusa del alcohol y de la mal vida en la primera parte, como de marido inflexible pero amoroso (al menos ésa, creo, es la idea) en la segunda parte.
Hablando de la segunda parte, cuanto más lo pienso, desde el matrimonio de Mariana y Luis Alberto la telenovela se vuelve mucho más truculenta o, como dicen algunos fans por Internet en su jerga particular, «cirquera». No sé si esta truculencia ya existía en la historia de Rodena o si es producto de la pluma de Carlos Romero (conocido, sobre todo, por sus adaptaciones de otras obras de esta escritora y de su compatriota Delia Fiallo tanto en Venezuela para la extinta RCTV como en México para Televisa). El caso es que se percibe un cambio de tono entre las dos partes donde la primera es más contenida y tiene, incluso, algo de humor y la segunda donde se le da rienda suelta a los aspectos más melodramáticos.
Además, para que la segunda parte tenga sentido, se da un salto en el tiempo de varios años lo cual significa que los protagonistas pasan de ser un matrimonio joven a una pareja con una hija adolescente, la insolente María Isabel (interpretada por una jovencísima Edith González que aparece con el pelo obscuro pero luego se vuelve la gÁ¼era que todos conocemos). Un salto en el tiempo tan grande pero manteniendo a los mismos actores es problemático aunque se entiende que Televisa o Pimstein no quisieran perder a una pareja protagónica tan exitosa. En todo caso esto le otorga más mérito a la Castro por pasar de interpretar a una chamaca criada en el campo y sin apenas educación a una señora de la alta sociedad. Yo, sin embargo, me quedo con la primera parte de la historia.
Los intentos de Mariana por encontrar a su hijo son muy entrañables pero cuando lo encuentra y se lo oculta a su marido la trama se vuelve demasiado elástica. Hay un potencial demasiado grande para alargar la historia que no me gusta tanto. Beto no sabe que Mariana es su madre ni tampoco lo sabe la señora que lo crió, Mamá Chole. Todo se vuelve una cadena de mentiras e intrigas en la que siempre sucede el mismo ciclo: alguien sospecha algo, casi ocurre algo malo, luego saben la verdad y todo se arregla. Esto pasa varias veces con Chole primero, luego con María Isabel, mas adelante con el propio Beto y, finalmente, con Luis Alberto. No parece que esto tenga más objeto sino alargar la trama hasta que ya no dé más y haya que concluir la telenovela.
Antes de acabar, una curiosidad para nuestros lectores españoles, la actriz madrileña Victoria Vera hace de «bailarina» en la segunda etapa de la telenovela.
LO MEJOR
La primera parte de la historia.
LO PEOR
El machismo de la época que nos gustaría pensar que ha quedado atrás pero seguramente siga imperando así sea más sutilmente.
VALORACIÁ€œN:
8
ELENCO
Verónica Castro Mariana Villareal
Rogelio Guerra Luis Alberto Salvatierra
Rocio Banquells Esther Izaguirre de Salvatierra
Augusto Benedico Don Alberto Salvatierra
Rafael Banquells Padre Adrián
Alicia Rodríguez Doña Elena Salvatierra 1
Marilú Elizaga Doña Elena Salvatierra 2
Yolanda Merida Ramona
Flor Procuna Irma Ramos viuda de Villarreal
Miguel Palmer Diego Ávila 1
Fernando Luján Diego Ávila 2
Leonardo Daniel Leonardo Mendizábal
José Elías Moreno Pascual ‘Pato»„¢ Hernández
Antonio Bravo Luis de la Parra
Clumba Dominguez Maria 1
Maricruz Najera Maria 2
Connie de la Mora Patricia
Edith Gonzalez Maria Isabel Salvatierra
Christian Bach Joanna Smith
Guillermo Capetillo Alberto «Beto» López / Salvatierra.
Aurora Clavel Mamá Chole López