RESUMEN:
La historia adapta al presente la obra de Dumas. Santiago Diaz Herrera (Pablo Echarri) es un estudiante de Derecho, aficionado al esgrima e hijo del Juez Horacio Díaz Herrera que investiga los casos relacionados con la época de la dictadura militar. Santiago se encuentra en el mejor momento de su vida, lo tiene todo, está enamorado de Laura Ledesma (Paola Krum), tiene un futuro profesional prometedor, e incluso en la esgrima, pasión que comparte con su mejor amigo Marcos Lombardo (Joaquín Furriel) es un ganador nato . Pero la vida de Santiago cambiará cuando su padre descubre que el padre de Marcos, Alberto Lombardo, está involucrado e una de las tramas sobre los crímenes de las Juntas Militares Argentinas que está investigando. Alberto Lombardo que había trabajado como médico para los militares en el centro de detención clandestino de Campo de Mayo, se entera de los descubrimientos y se propone evitar que su nombre se vea manchado. Manda asesinar al Juez Díaz Herrera y aprovecha un viaje a Marruecos en el que su hijo Marcos y Santiago participan en un torneo de esgrima, para eliminar también al hijo. Marcos, presionado por su padre, traiciona a su mejor amigo y creyendo que está muerto regresa a Argentina. En plena desolación por la muerte de su amado, Laura descubre que está embarazada y Marcos aprovecha el momento para proponer matrimonio a quien hasta entonces ha sido el amor secreto de su vida. A partir de ese momento Marcos Lombardo se convierte en un exitoso abogado, esposo de Laura Ledesma, con quien parece llevar una vida feliz y padre de Matías, suplantando de alguna manera la vida que parecía destinada a Santiago.
Sin embargo Santiago no ha muerto, vive durante 10 años en una miserable cárcel de Marruecos donde conoce a quien será su mentor, Ulises, un anciano sabio que le explicará que tiene un tesoro escondido esperando su salida de la cárcel y le proporcionará todos los datos necesarios para hacerse con él. Aprovechando un incendio Santiago se hace pasar por muerto y escapa de la cárcel mezclándose con los cientos de vagabundos que habitan las calles de Marrakech. Pero Santiago tendrá la suerte de toparse en su vida con Victoria (Viviana Saccone), una cirujana plástica, con un atormentado pasado como hija de desaparecidos y que vive desde hace años en Madrid. Victoria curará las heridas de Santiago y se planteará la posibilidad de volver a Buenos Aires a buscar a su familia, pero antes, se pondrán en contacto con León Rocamora (Luis Machin) un pintoresco personaje, marchante de arte, quien ayudará a Santiago a hacerse con el tesoro de Ulises y con Ramón (Maximiliano Ghione) un aventurero que se unirá al clan. Santiago regresa a Buenos Aires junto con Victoria, Rocamora y Ramón, con la intención de recuperar su vida y vengarse de todos aquellos que le traicionaron, incluida Laura, quien ahora es la esposa de Marcos. Pero Santiago no sospecha que Laura desconoce completamente lo que sucedió, así como que ella sigue totalmente enamorada de él.
NUESTRO COMENTARIO:
Montecristo es una de las grandes producciones recientes de la Tv argentina. Una gran historia con amor, celos, pasiones, venganzas y con estupendos actores, elevados gastos de producción y cuidados detalles de vestuario y ambientación. La trama es algo innovadora porque aunque no es la primera vez que en una telenovela argentina se tocan temas relacionados con la reciente historia del país, los autores de Montecristo arriesgaron colocando estos temas como parte importantísima de la trama y utilizando la realidad social del país para involucrar al espectador más allá de la consabida relación amorosa clásica. Gracias a esta apuesta, Montecristo consigue atraer el interés de un público alejado del género. La historia se cimenta en el clásico trío. Pablo Echarri en el papel de Santiago Díaz Herrera demuestra una vez más su nivel interpretativo en este personaje complejo, un hombre atormentado, resentido, que lo ha perdido todo y que planea una venganza estudiada. La protagonista femenina Paola Krum, es una actriz impresionante, con algunos primeros planos que dejan al espectador pegado al sillón, sin embargo Laura Ledesma ha sido la víctima de un guión que la convertido en un ser falto de profundidad, sin demasiado atractivo para el espectador, una mujer que sufre permanentemente, que no hace nada por remediar la situación de abandono, de tristeza infinita en la que se encuentra. El tercero en discordia, Joaquín Furriel, es otro estupendo actor que mantiene el nivel interpretativo de sus compañeros con un papel en el que encarna los celos, la traición y el amor obsesivo y quien mantiene un peso importante en la trama configurando un hombre atormentado por el amor a una mujer que no le ama, por el remordimiento por la traición hacia un amigo y por la fidelidad casi enfermiza hacia un padre malvado. Pero además de la clásica historia de amor contrariado, aparecen prototipos que representan la jerarquía de la Dictadura, como Alberto Lombardo (Oscar Ferreiro) o la mano ejecutora de esos crímenes, ese hombre gris y embrutecido, sin un ápice de remordimiento y que no sólo tortura en el trabajo, sino que también lo hace en casa, con su familia y que esta representado por Lisandro (Roberto Carnaghi), las víctimas que buscan su identidad perdida, Laura y Victoria Ledesma (Paola Krum y Viviana Saccone) o aquellos que intentan rehacer una vida marcada por la tragedia.
Mención aparte merecen también el personaje de Victoria Ledesma, estupendamente interpretada por Viviana Saccone que ante la falta de carácter de la verdadera protagonista parece que quisiera comerle el terreno, el siempre estupendo Luis Machin. María Oneto en el papel de Leticia, y Mónica Scapparone en el de esa Lola completamente encantadora. La sufridora Helena, la ambiciosa Erika, todos ellos personajes que creen y creen a lo largo de la historia.
En definitiva, los personajes están, no solo muy bien construidos desde el punto de vista del guión, sino que además estas estupendamente interpretados por sus actores, la puesta en escena de la historia, los detalles de ambientación, decoración, vestuario, dirección e incluso musicalización crean un producto de gran calidad.
LO MEJOR:
Una historia seria, bien construida y sin flecos colgando, donde los hechos más increíbles se vuelven coherentes. El personaje de Santiago Díaz Herrera, un galán de telenovela muy poco tradicional, un personaje con gran profundidad, estupendamente interpretado por Pablo Echarri, y que a fuerza de no cumplir con el prototipo del género se hace más humano, un personaje que finalmente vence pero que se destroza en la lucha. Un galán que sufre, no solo por amor, sino sobre todo por la vida que le ha tocado vivir, por la perdida, pero al que el espectador admira y con el que se siente identificado
Los malos de la historia. Estupendos personajes, casi tan importantes como el casi absoluto protagonista, y que mantienen la historia viva en todo momento. Alberto Lombardo magníficamente interpretado por Oscar Ferreiro o los extraordinarios actores Roberto Carnaghi el cual construye un personaje absolutamente repulsivo, pero al mismo tiempo humano o Joaquín Furriel, quien proyecta magníficamente ese hombre consumido por los celos. Unos personajes secundarios que crecen a lo largo de la historia, que van adquiriendo fuerza y que son algo más que las meras comparsas de lucimiento de los protagonistas.
LO PEOR:
En algún momento el interés de la historia decae ligeramente. El caso del secuestro de Laura Ledesma es un claro ejemplo, donde los guionistas no supieron dar el ritmo suficiente. La poca relación existente entre la pareja protagonista puede llevar a que el público clásico del género eche de menor una mayor interrelación entre ellos. Pero el gran fallo de Montecristo es el personaje de Laura Ledesma. Aunque Paola Krum realiza una estupenda labor con quien le ha tocado en suerte, el guión no sabe sacar toda la profundidad del personaje. Esa mujer eternamente sufridora, pasiva, víctima de una vida que la arrastra sin que ella sea capaz de tomar nunca las riendas. Laura Ledesma es una mujer desdibujada, que a falta de una personalidad propia, se convierte en un mero trofeo por el que luchan los dos auténticos protagonistas de la historia., Santiago Díaz Herrera y Marcos Lombardo. Lástima no haber aprovechado las cualidades de Paola, quien las demuestra siendo parte principal en casi todas las escenas trágicas de la historia
REPARTO :
Pablo Echarri………….Santiago Diaz Herrera
Paola Krum……………Laura Ledesma
Viviana Saccone………Victoria Ledesma
Joaquin Furriel…………Marcos Lombardo
Maria Abadi……………Erika Lombardo
Rita Cortese……………Sara
Luis Machin…………….Rocamora
Roberto Carnaghi……….Lisandro
Virginia Lago …………..Helena
Esteban Perez…………..Luciano
Oscar Ferreiro…………..Alberto
Cecilia Font ……………Milena
Victoria Rauch…………Valentina
Mario Passik…………..Horacio Diaz Herrera
Horacio Roca………….Pedro
Maria Oneto…………..Leticia
Maximiliano Ghione…..Ramón
Mónica Sapparone……..Lola
Milton de la Canal……..Matias