strong>RESUMEN (165 capítulos)
Yago es un joven que se ha criado en la selva misionera, al norte de Argentina, en Iguazú, al cuidado de Gardel al que cree su padre. Es una persona sencilla y solidaria aunque un poco primitivo. Morena es una mujer de ciudad, y aunque nacida en Perú,hasta el momento ha desarrollado su carrera profesional en Nueva York. Su mejor amiga, Laura la convence para hacer un viaje a las Cataratas del Iguazú a pasar unos días de vacaciones para poder recuperarse de la ruptura con su novio Tomás, que la abandonó en la iglesia, el día de su boda. En Misiones, se encuentra varias veces con Yago, en una serie de sucesos accidentales. Debido a una foto que Yago encuentra en el bolso de Morena, Yago descubre que, su madre fue asesinada y que Gardel no es su padre biológico, sino que es hijo del fallecido Franco Sirenio, miembro de una importante y riquísima familia de Buenos Aires, que antes de morir dejó al niño con Gardel con el encargo de que lo cuidase y protegiese de su familia, razón por la que Gardel le cambio su nombre real, Fabio Sirenio, y le hizo pasar por hijo suyo.
A raíz de este descubrimiento Yago comienza a investigar su pasado para lo que viaja a Buenos Aires donde, supone, va a encontrar su verdadera identidad. Sorprendentemente, ese pasado está muy ligado a Morena y a la familia Sirenio. En Buenos Aires viven Aldo y Lucio Sirenio, los hermanos de Franco. Lucio Sirenio está muy enfermo, y nunca ha dejado de buscar a su sobrino desaparecido. Aldo Sirenio es ahora el jefe de la familia y dirige los negocios familiares, además de otros muchos negocios sucios. Está casado con Elena y tiene un hijo pequeño, Mateo, al que adora. Aldo engaña a su mujer con Cassandra, una mujer muy ambiciosa, que a la vez es novia-amante de Lucio, con el nombre de Melina.
Morena, que es nieta de Adolfo, el mayordomo de los Sirenio, empieza a trabajar en las empresas Sirenio, fingiendo ser argentina. Cuando Yago llega a Buenos Aires, se encuentra pronto en apuros ya que no sabe manejarse en una gran ciudad. Cuando acude a las empresas Sirenio, allí se encuentra a Morena, a la que pide ayuda, ayuda que la chica le presta a regañadientes.
La llegada de Yago-Fabio a la casa de los Sirenio es recibida de formas diferentes, con júbilo, por parte de Lucio y con cautela por parte de Aldo. Al poco tiempo, Lucio muere dejándole la mitad de su fortuna a Yago, pero Aldo no está dispuesto a compartir el dinero ni el poder, por lo que organiza un complot para librarse de Yago. Yago y Morena, mientras tanto, se enamoran, y tendrán que superar todas las trampas de Aldo para poder estar juntos y que Yago recupere su sitio e identidad.
NUESTRO COMENTARIO.
¡Qué novela tan buena, qué guapo es Facundo Arana y qué bien, pero qué bien lo hacen todos!
Gianella Neyra, la protagonista está estupenda. Tiene un físico de mujer de verdad y completamente diferente a las «Barbies» a las que estamos acostumbradas en los últimos tiempos. Al principio, exageran un poco la nota cuando describen al personaje. Queda clarísimo la diferencia entre Yago y Morena. El un hombre que se ha criado en plena naturaleza, medio salvaje, pero con unos principios inquebrantables. Ella una mujer preparada, que ha vivido en la otra selva del mundo, en la civilizada, y que ha aprendido el comportamiento hipócrita y muchas veces interesado de los que sabemos vivir en sociedad. Pero a veces da la sensación de que los guionistas tampoco han sabido plasmarlo bien. Al principio a Morena le han dejado el peso simpático, los gags y un toque de comedia para hacer más amenos y divertidos los encuentros entre ellos. Sin embargo, la chica muchas veces parece patosa y torpe, además de bastante altanera e incluso una histérica de tomo y lomo. Lo mismo le pasa a la amiga, Laura, que la pobre no sabe más que dar gritos. En los primeros encuentros que tiene con él, Morena parece «tonta de remate» y aunque la actriz es bastante buena no termina de cogerle el punto al lado cómico. Más tarde, sin embargo, el personaje se reconduce y es totalmente convincente.
El resto de los actores también están estupendos. Las escenas entre Yago y su «padre» Gardel, son muy buenas y en algunos momentos, Raúl Lavie, el actor que hace de padre le come el terreno descaradamente a Facu. Aldo, el malo malísimo es otro de los preferidos. Nos encanta porque tiene cara de señor bueno, de estas personas que nunca han roto un plato, pequeñito, con una carita agradable y hasta con orejas de soplillo, lo más diferente al malísimo de película. En cambio el tío hace un papel de psicópata maltratado que alucinas. El personaje de Romina Gaetani (Cassandra Melina) también tiene un comienzo accidentado, sobre todo con el vestuario y la caracterización cuando está de rubia, porque no hay persona humana que se crea, por mucho empeño que le ponga, que la tía va de esa guisa por la vida y nadie se da cuenta de que lleva peluca. Vamos proponer el dicho apéndice capilar como el peor de los engendros que se han visto en la sección de maquillaje y complementos telenoveleros. Además, si se supone que Lucio y Melina mantienen relaciones íntimas ¿se puede creer que él no haya adivinado que lleva peluca o que no se le haya movido durante el «ejercicio»?
La historia está muy bien y engancha. En eso y para compensar todo lo que los hemos criticado hasta ahora, los guionistas están geniales. Primero la historia del puma y los franceses, después la de los padres de Yago, más tarde la novia de los dos hermanos y el morbo de ver como uno le presenta a la amante de su hermano como su futura mujer, así paso a paso y antes de que se resuelva una historia ya te han creado otra punto de tensión. Eso hace que se vaya manteniendo el ritmo y el intereses, incluso más allá de la pareja protagonista, algo completamente normal si tenemos en cuenta que deberán pasar 165 capítulos antes de que los veamos definitivamente juntos.
La trama, como todas, tiene vueltas y revueltas, algunas de ellas increibles, pero no hasta el punto de que te desenganches de la historia con el típico «anda yaaa». En general, con algunos altibajos, no muy importantes, el interés se mantiene del principio al fin.
LO MEJOR»¦
Los actores, la historia, los diálogos, tan creíbles que a veces dudas si de verdad algo tan natural está escrito en el guión o lo están improvisando los actores sobre la marcha.
Facundo Arana, como Yago, que inspira amor, atracción y ternura. Morena, que vive un dilema y que siente un amor que probablemente ni se imaginaba que pudiera llegar a sentir, pero que transmite completamente al espectador. Daniel Kuzniecka, como Tomás, un personaje extraño y muy bien construido, ya que no es un malo tradicional de las telenovelas, que a veces se pasan muchísimo porque los malos malísimos engañan de tal forma a los buenos buenísimos que estos últimos llegan a parecer tontos. Tomás es un personaje real como la vida misma, capaz de llegar a ser totalmente generoso y también mezquino, que interfiere en la vida de Yago y Morena de puro amor, pero también porque la educación que ha recibido le lleva a querer ganar siempre, pero que al final, paga muy caro su empeño, porque su amor por Morena le destruye y acaba con él.
Aldo, Doña Josefina y Mateo Sirenio, una ricura de niño, Luisa la criada, que suelta unas parrafadas que le dan risa hasta a ella misma. Llamita, Gardel»¦
LO PEOR»¦
El personaje de Celso y todo lo que le rodea, repetitivo y un poco pesado. La historia de Celso y Laura, que no hay Dios que se la crea (eso sin contar que Celso no se quita el gorro ni en invierno ni en verano). El personaje del cura, un plomo de lo más faltón, que representa lo más intransigente y carcamal de la Iglesia católica, por muy buena persona que sea el padre Atilio. La forma en que trata el padre Atilio a Caburé es para soltarle una fresca. Menos mal que más adelante se ablanda, pero el ayudante del párroco, el curita joven, es lo menos caritativo que hay.
Mercedes, una madre latosa, que quiere a su hija, pero no la escucha ni le interesa lo que la hija quiere. Se empeña en que Tomás es lo mejor para Morena y le importa poco lo que Morena quiera o sienta. Demasiado preocupada por el qué dirán.
Tampoco nos gusta que Dña Josefina no quiera nada a su hijo, porque no se explica bien la razón de ese despego ya que se supone que los espectadores sabemos cosas de Aldo que nadie más sabe. El personaje de Elena, una histérica, por mucho que le hayan hecho pasar. Que todos vivan en la misma casa, que facilita los embrollos de la trama, pero que es inexplicable ¿qué hace Mercedes, que se supone que es rica riquísima viviendo en la casa aguantando que la traten fatal? ¿por qué siguen viviendo allí también Morena y Tomás, que también está forrado? ¿No hay viviendas en Buenos Aires? (esto sí que merece un ¡¡anda yaaa!!)
REPARTO
Facundo Arana .-Yago Valdéz
Gianella Neyra.- Morena Gallardo
Romina Gaetani.- Cassandra/Melina
Federico Olivera.- Renzo (El Gallo)
Daniel Kuzniecka.- Tomás Salaberry
Norberto Díaz.- Aldo Sirenio
Juan Carlos Dual.- Llamita
Cecilia Maresca.- Mercedes Gallardo
Lita Soriano.- Josefina
Mario Alarcón.- Roberto Cárdenas
Daniel Miglioranza.- Lucio Sirenio
Raúl Lavié.- Ignacio Valdéz, alias Gardel
Luis Luque.- Ramón (guardia forestal en Misiones)
Ximena Fassi.- Laura
Marcelo Cosentino.- Celso
Carlos Nieto .- Daniel López El Sordo
Oscar Alegre.- Rufino
Anita Martínez.- Luisa Bontempi (mucama en casa de los Sirenio)
Mónica Gazpio.-Elena Sirenio
Gastón Soffriti.- Mateo Sirenio
José Palomino.- Adolfo Chávez (mayordomo y abuelo de Morena)
Liliana Ortega.- Lucía Jazmin Pereira (novia de Yago en Misiones)
Edgardo Moreira.- Reynoso
César Bernal.-Aníbal
Roberto Catarineu.- Comisario Fraga
Tony Vilas.- Caburé
Melina González.- Rosalía
Héctor F.Rubio.- Padre Atilio
Roberta Casal.- Griselda
Liliana Simoni.- Alejandra
Hugo Cosiansi.- Dr. Vega
Ana María Cores.- Cecilia
Betty Villar.- Fiscal
Carlos Bermejo.- Comisario Roca
Patricia Castell.- Jacinta Rivero
Carlos March.- Juez Aldao
Villanueva Cosse.- Dumas Salaberry
Marcelo Merlingo.- José Manso (amigo de Renzo)
Jorge Velurtas.- Obispo